Desde sus inicios el Colegio Selvalegre había soñado con tener su propia planta física, un lugar en el cual pudiera crear desde cero el entorno perfecto que mezclara, el aprendizaje, la diversión y el medio ambiente, permitiendo a los estudiantes desarrollarse en distintos aspectos, como relacionarse con animales y plantas en armonía. El poder experimentar sensaciones de troncos, árboles, barro, pasto, arena, gravilla, entre otros, hace que la curiosidad de los estudiantes por el mundo y la empatía por el mismo sea mayor.
El colegio cree que el aprendizaje va más allá de tener a los estudiantes entre cuatro paredes de cemento, con una pequeña ventana, en donde la vista sea un patio sin colores. En donde está mal visto que los estudiantes se ensucien y experimenten con sus sentidos.
Los primeros estudiantes de Selvalegre, fueron los hijos de los integrantes de la corporación; a los cuales se les querían brindar la educación con mayor calidad posible, de una manera moderna, conectados a la amazonia, con libertades y dejando ser.
Para el colegio es vital que sus alumnos sientan una conexión por el espacio que los rodea, que se sientan parte del planeta y no piensen que es solo un lugar que habitamos. Es importante despertar la curiosidad de nuestros estudiantes por el entorno y generar empatía hacia otras especies, para así poder crear seres conscientes y reales, que generen un verdadero cambio en la sociedad. Por esa razón el sueño de hacer nuestra propia planta física siempre nos entusiasmó.
Finalmente, es para el año 2005, cuando se realiza la compra de un terreno propio en el barrio Costa Rica de la ciudad de Leticia. Lo primero que se hizo durante los dos primeros años (2006 y 2007) fue la construcción del parque. La edificación del primer bloque se inició en el año 2008 y ese mismo año se estrenó la planta.
El segundo bloque se formó en varias partes durante los años 2012 y 2013, que fue cuando se dio inició a la secundaria. Lo primero fueron 2 salones, 1 piso y 2 del segundo. Luego en el 2015 se construyeron todos los salones del primer piso y los baños. El siguiente año (2016) se hicieron 2 salones más y un aula múltiple en obra negra. Para el 2017 se construyó la cancha, y lo último fue en el 2018 que se terminó el aula múltiple para celebrar los 20 años de Selvalegre.
Todos estos años de construcción y planeación han dado como fruto el colegio de nuestros sueños, tal como nos lo imaginábamos, con amplias zonas verdes, distintos ambientes para los estudiantes, con una cafetería de comida saludable, zonas de juego, huerta y un sinfín de detalles que hacen que nuestra planta física sea única y diferente a todas las demás, con un toque propio al estilo Selvalegre.